El jamón es parte fundamental de la dieta y de la vida en España, un alimento que ha estado por siglos en las mesas de la Península. Incluso puede considerarse directamente como un elemento arraigado en dicha cultura, parte vertebral de toda una identidad.
De hecho, esta presencia ha quedado inmortalizada, por lo que es posible encontrar el jamón en la literatura. Fragmentos y menciones en los que el jamón se convierte en protagonista. Suena increíble, y por eso hemos recopilado por etapa algunas de las referencias a este icónico alimento.
La Antigüedad: primeros pasos del jamón y la literatura
Fijar una fecha específica para la aparición del jamón es un poco complicado, incluso algunas pruebas físicas transportan sus primeras noticias hasta el Imperio Romano. Sin embargo, los saberes y las técnicas de los antiguos Iberos son innegables, aun cuando no se hayan plasmado en palabras sino hasta mucho después.
Ahora bien, en lo que se refiere a los documentos como tal, la primera mención de un jamón se le atribuye a Catón. Esto entre los siglos III y II antes de Cristo.
En su obra «De Agri Cultura», plasmó lo que se conoce como la primera receta para la elaboración del mencionado producto salado. Incluyendo todos los pasos necesarios para el proceso: el salado, lavado y secado, así como el untado de aceite, el ahumado y la forma de conservación.
Luego, en el siglo I antes de Cristo, se cita por primera vez a los jamones ibéricos. En esta ocasión fue Estrabón el artífice, luego de un viaje realizado por la Península.
Su obra "Geographica" habla de los kerretanoi, un pueblo ibérico que vivía en los Pirineos Occidentales. Además, expresa como los mismos «producen excelentes jamones», y que pueden compararse con los cantábricos.
El jamón en el Siglo de Oro español
El Siglo de Oro español, también conocido como de las letras hispánicas, realmente dejó una considerable cantidad de referencias de los jamones.
Esta fue una un periodo marcado por la industria chacinera, y que se popularizó por toda la Península. En la misma, una buena pata de jamón se convertía en la compañera perfecta para cualquier viajero.
De esta manera, este tipo de hechos quedaron reflejados en la literatura de la época de forma abundante. Un ejemplo lo ofrece Fernando de Rojas Zorrilla en «La Celestina» con una descripción de la despensa, donde menciona un pernil de tocino.
El poeta Baltasar de Alcázar también hace mención del jamón en la literatura, específicamente en su obra "Tres cosas", como una de sus cosas favoritas en la vida.
Por otra parte, lo que hoy conocemos como regiones jamoneras, por la elaboración de excelentes productos, ya estaban presente las obras de autores de renombre. Tal es el caso de Cervantes, quien habla de las lonchas del jamón de Rute (Córdoba) en su libro "El casamiento engañoso".
Mientras que, en la "Epístola al contador Gaspar de Barrionuevo", Lope de Vega menciona los jamones de Huelva.
El jamón en la literatura de la época contemporánea
Son bastantes las referencias del jamón en la literatura de la época contemporánea. Como es el caso del «Bocado de bienaventurados», toda una aclamación lanzada por Camilo José Cela.
Pero, si hablamos de jamones y literatura, no puede faltar el famoso encuentro de versos entre dos gigantes de las letras hispanas: Nicolás Guillén y Rafael Alberti. Este cruce partió del agradecimiento de Guillén hacia Alberti, en el cual obsequió un jamón y un soneto.
La respuesta fue similar, creando una «fiesta de jamón» que, además de ofrecer frases tan significativas como «aun sin vino, el jamón es de primera». También fue toda una celebración, con un banquete en el que los sonetos fueron leídos en una época difícil para ambos.
En fin, que esta joya gastronómica está más que plasmada en la literatura, ofreciéndonos sonetos, frases, fragmentos y más muestras de su importancia para la sociedad española. Por algo hay un refrán que reza: «Con jamón y buen vino se anda el camino».